No es un secreto que la okupación ha crecido en toda España, y Mallorca no está exenta de este crecimiento, por ello en este artículo destacaremos algunos casos ocurridos este primer mes del año que destacan por su singularidad.
Se ausentó por enfermedad y le ocuparon la vivienda en Palma
Cuando la víctima regresó a su domicilio -se había ausentado unos días por enfermedad- no pudo entrar porque le habían cambiado la cerradura, cuando llamó al timbre le abrió una mujer que le dijo que ella vivía ahí y no se iba a marchar. Al verse en la calle por el grave problema de la okupación en Mallorca, el hombre reaccionó llamando a la policía.
Los hechos sucedieron el pasado 13 de enero en una vivienda de la calle Joan Miró de Palma.
Una patrulla se dirigió al lugar, cuando llamaron a la puerta les abrió la misma mujer, pero esta vez estaba acompañada de tres hombres.
Los agentes conversaron con el propietario, un hombre de 50 años, y su pareja, además de algunos vecinos, quienes confirmaron que efectivamente era el dueño del inmueble.
El propietario explicó que la vivienda es su domicilio habitual, que no se trata de un inmueble vacío, que debido a una enfermedad se fue a casa de familiares por unos días.
También les comentó que le habían sustraído varios objetos: una vajilla, una tablet, ropa, y un reloj que usaba en ese momento uno de los okupas.
Ante esta situación, los policías procedieron a detener a los cuatro okupas por un delito de allanamiento de morada.
La mujer y los tres hombres implicados son de nacionalidad española, dominicana y colombiana. También se comprobó la presencia de un menor en la vivienda, que fue puesto a la orden de la fiscalía de menores.
Mientras, en otra zona de Palma.
Específicamente en la calle Manacor, a cinco minutos de la ciudad, varios okupas se han instalado en un solar sin nada construido, entran y salen del lugar a diario; según cuentan vecinos están instalados allí desde hace un tiempo.
En similar situación se encuentra el Polígono de Levante, donde un descampado frente al colegio Camilo José Cela está habitado por varios okupas. Entran al lugar a través de una valla que está tumbada.
La calle Manacor y sus alrededores ha sido escogida varias veces por los okupas en Mallorca durante los últimos años, ya van unas cuantas okupaciones en distintas fincas de la zona.
Pero ¿Qué dicen las autoridades?
El alcalde de la capital balear, Jaime Martinez, dio luz verde a una enmienda que recoge el cambio de nombre de la Oficina municipal Antiokupas que pasará a llamarse Oficina Antidesahucios y Antiokupación.
El mencionado ente asesorará a los dueños de pisos y viviendas con okupas, brindándole acompañamiento a las víctimas de la ocupación ilegal de inmuebles; ofreciendo además, una línea telefónica de atención permanente. Asumen también el compromiso de facilitar ayudas económicas y asistenciales.
Se estima que esta oficina comenzará a funcionar en los primeros meses de este año.
La información es que no darán ayudas para alquiler a los okupas, e incluso se plantean prohibir que el inmueble en cuestión sea considerado como domicilio para el empadronamiento. Hay 37 viviendas okupadas en Baleares.
Actualmente, el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI) contabiliza 37 viviendas sociales con okupas que no pagan ninguna renta, casi todos estos inmuebles están ubicados en Mallorca.
En otra zona de Palma: Suspenden por tercera vez el desahucio de unos inqui-okupas
“Nunca más volveré a alquilar mi piso”
Así se expresa: Cristina Jiménez, quien hace 22 meses que no cobra el alquiler de su piso en Palma, la deuda asciende a 18.700 euros. Dice que su vida es una pesadilla.
Decidió alquilar su piso en agosto del 2021, durante los primeros meses le pagaron pero en marzo del 2022 dejaron de hacerlo, desde ese entonces, además de sus problemas económicos siente una gran impotencia porque aunque ha tomado las acciones legales correspondientes no ha podido recuperar su piso.
Afirma que se ha tenido que poner en tratamiento psicológico, porque a los problemas se suman las quejas de sus vecinos, que la llaman constantemente por los problemas que causan los inqui-okupas, y ella no puede hacer nada.
Jiménez sostiene que ha encontrado muchas dificultades para notificar a sus arrendadores el proceso de desahucio, y que por distintas razones se ha suspendido el procedimiento de desalojo.
El 30 de enero de 2024 fue la tercera vez que lo suspendieron.
La vuelta a la tortilla: pasa de okupa a inversor inmobiliario
El 5% de los pisos que se venden en Mallorca se venden con okupas dentro, y muchos de los compradores son empresarios de origen africano.
Uno de ellos, un mallorquín de Son Gotleu, quien pide mantener su anonimato, le dio vuelta a la tortilla y pasó de okupa a propietario al comprar el piso que inicialmente había okupado.
El joven, de tan solo 23 años, empresario y padre de familia, también compró un segundo piso de la misma finca en Son Gotleu, y ahora está en las gestiones para sacar a los okupas que viven en un ático que se compró en Son Roca.
Aunque él mismo fue okupa, no tiene reparos en desalojar a los inquilinos de su ático. Pudo pagar su primera propiedad con una hipoteca y la ha ido reformando porque quiere mudarse a Son Roca y ponerlo en alquiler.
También piensa destinar su segundo piso al alquiler. Los realquileres aumentan sus ahorros y lo ayudan a seguir invirtiendo en el sector. “Cuanto más tenga más casas compraré”, aseguró el fontanero autónomo.