Desocupaciones Mallorca

Ladrón

Los okupas han profesionalizado el soborno y el chantaje contra los residentes en zonas de lujo en Ibiza, así lo expresaron los vecinos del edificio Ses Feixes, en Marina Botafoch, refiriéndose a los okupas que habían invadido una vivienda del  quinto piso. 

Las mafias organizadas detrás de la okupación de viviendas de lujo están lucrándose con esta práctica, pues escogen zonas residenciales como estas que son consideradas privilegiadas y tranquilas. 

Hace meses les tocó a los residentes del edificio Azteca, ubicado también en Marina Botafoch, quienes sufrieron por varios meses las amenazas y el acoso de un grupo de okupas. Ahora, son los residentes de Ses Feixes los afectados. 

Todo inició cuando les alquilaron legalmente una vivienda a varias personas, y después de su llegada vinieron algunos de sus familiares con la intención de apropiarse de otros inmuebles, los vecinos los enfrentaron pero no pudieron evitar que se instalaran en una vivienda del quinto piso.  

Por esta razón los habitantes y propietarios se organizaron para echar a los okupas que tenían más de dos semanas habitando en la vivienda.

Lo primero que hicieron fue denunciar a los invasores en la sede de la Policía Nacional por allanamiento y por amenazas, pero la denuncia no pudo ser interpuesta porque el dueño del inmueble ya había presentado un requerimiento y sólo se puede acusar una vez al denunciado por un mismo hecho. 

El propietario de la vivienda es una persona mayor que vive en Castellón y ha dejado este problema en manos de abogados.    

Un representante de los residentes intentó negociar con los okupas una cantidad para que abandonaran el edificio, le pidieron 15.000 euros para hacerlo, lo que evidencia que son parte de una mafia; al final han llegado a un arreglo económico y se han ido del bloque.

Consecuencias para los vecinos

Durante los días que pasaron en la vivienda, los okupas causaron desperfectos en las zonas comunes e intentaron manipular el contador de la luz para tener electricidad. También insultaban y amenazaban a los vecinos. 

Ahora que los okupas abandonaron la vivienda, la comunidad de vecinos ha instalado sistemas de alarmas y cadenas antipalancas; además, contrataron un vigilante privado para evitar que los okupas invadan sus viviendas, ninguno quiere convertirse en víctimas de estas mafias okupas en Ibiza.  

Sin embargo, a los residentes del bloque les queda una preocupación, porque en este caso hay familiares de los invasores que viven legalmente en el tercer piso, los vecinos temen que al vencerse el contrato de alquiler en mayo, estas personas se nieguen a abandonar la vivienda y les toque vivir de nuevo la pesadilla de los últimos días.