Las okupaciones fueron conocidas en un principio por ser una forma de afrontar una necesidad habitacional en un momento determinado volviéndose una actividad cada vez más recurrente con el pasar de los años.
Actualmente esta medida antes atípica se ha vuelto un negocio en toda España, no siendo casual las numerosas entradas ilegales de okupas en busca de pisos, casas o cualquier propiedad de la que se puedan apropiar por órdenes de terceros.
Hoy día estos terceros son mafias okupas, grupos delictivos y organizados que se dedican a okupar propiedades de forma ilegal con la intención de lucrarse con ello.
Estos grupos son responsables de una gran mayoría de las okupaciones que se realizan en el país cada día.
Debido a su organización y modus operandi son capaces de encontrar propiedades, muchas de ellas vacías, para luego venderlas por completo o rentarlas sin el conocimiento de sus dueños legales.
¿Cómo funcionan las mafias okupas?
Aunque existen distintas formas de okupar una propiedad estas mafias utilizan dos modus operandis principales.
- En línea
Comienzan a buscar a través de portales inmobiliarios, propiedades en el registro de bancos o fondos de inversión, una vez que tienen localizada la propiedad a okupar proceden a ofrecerla a terceros, ya sea por medio de okupas conocidos, por grupos en Facebook u otras redes sociales.
Una vez se tiene a la persona que va a okupar la propiedad, establecen un monto único por abrir la vivienda y entregar las llaves de la propiedad, y luego al estar dentro pasan completamente la responsabilidad de la okupación al ocupante.
Un método que les permite pasar desapercibidos ya que a menudo cuándo se les pregunta a los okupas ¿Quién les vendió la vivienda? y responden con vaguedades sin decir ningún nombre, dirección o dato relevante de la persona que les ofreció la vivienda.
- Rondando propiedades
Al obtener domicilios de esta forma son varios los procesos que se realizan y que se mencionan a continuación:
Merodear: Un individuo se encarga de rondar distintas propiedades, pisos, comunidades, casas e indagar si estas están vacías, muchos de ellos utilizan señuelos, algunos de los más comunes son un trozo de papel entre el marco y la puerta, un hilo de pegamento entre el marco y la puerta igualmente o una moneda tirada en la puerta de entrada.
El señuelo servirá para confirmar si hay personas habitando la propiedad, si la puerta fue abierta recientemente, así cómo conocer cuál es el tiempo estimado en el que una vivienda permanece vacía.
Una vez existe confirmación de que la vivienda no está en uso por sus legítimos propietarios en un periodo corto de tiempo, se procede a buscar algún okupa interesado en obtener la propiedad.
Captar: El captador es el que se encarga de localizar un interesado y “negociar” con los ocupantes, muchos de los ofrecimientos que se realizan en estas transacciones ilegales es describir las características de la propiedad sumadas a su posible amueblado, los servicios enganchados y sin pagar nada adicional a la venta de la llave.
Cerrajero: Muchos de estos grupos delictivos cuentan con uno o varios cerrajeros, encargados de cambiar la cerradura de cualquier propiedad y entregarla posteriormente al captador que es quién realizará el intercambio.
Estas son solo dos de las distintas formas en que las mafias captan viviendas, estas organizaciones buscan el beneficio económico a expensas de los verdaderos propietarios, creando situaciones conflictivas y difíciles de lidiar.
La total impunidad de las mafias
La okupación ilegal es un delito que no está estipulado en el Código Penal, la realización de este delito se encuentra como allanamiento de morada o usurpación de la vivienda.
El artículo 245.2 del Código Penal establece como delito de usurpación: “El que ocupare, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos contra la voluntad de su titular». El que incurre en este delito deberá enfrentar una multa económica de tres a seis meses por usurpación.
En cambio, el artículo 202.1 del Código Penal establece como delito de allanamiento de morada: “El particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la voluntad de su morador”. La cual tiene una sanción de seis meses a dos años de prisión por allanamiento.
Al retratar las sanciones que se obtienen por la okupación de una vivienda, entiéndase el hurto, robo y apropiación de una propiedad, da como resultado una clasificación de delito leve por tales acciones, por lo que no resulta un desconcierto total la autonomía con la que actúan estas mafias okupas.
Estos grupos organizados conocen las leyes y saben cómo protegerse de ellas, se aprovechan de las leyes existentes, la falta de sanciones más firmes, la lentitud de los procesos en los juzgados, saben que existe un tiempo determinado en el que las autoridades ya no pueden realizar un desalojo inmediato y utilizan cada artimaña que conocen para salirse con la suya.
Las mafias okupas se han vuelto un problema difícil de afrontar al punto de que son muchos los propietarios que caen en extorsiones solo por el hecho de intentar recuperar un inmueble que les pertenece legalmente.
Una de las principales opciones para recuperar estos inmuebles además del desahucio express por la vía legal es utilizar una empresa como Desocupaciones Mallorca, donde se trate cada caso conflictivo con el mayor conocimiento de la situación, respetando siempre los procesos legales y obteniendo resultados en menor tiempo.
Cada caso será particular y es imprescindible tener la ayuda adecuada para recuperar un domicilio okupado.