
Casos como estos suceden cuando hay okupas que entran en la vivienda en la que habitan otros okupas, creando la situación de estos convertirse en “okupas okupados” y en donde muchas veces se denuncian entre sí.
Este caso ha ocurrido en Valdemoro (Madrid) cuando 6 okupas usurparon el bajo de la administración de un edificio que había sido vendido recientemente, pero días después, llegaron otros okupas y echaron a los primeros.
Lo más inverosímil de todo es que los primeros okupas se atrevieran a denunciar al segundo grupo de okupantes, y ahora todos están a la espera de un juicio rápido.
Los vecinos de esta comunidad están sorprendidos, además de desesperados por la rapidez con la que el inmueble ha sido okupado ilegalmente.
Son 30 familias del barrio del Caracol las que llamaron a la policía y a la guardia civil para denunciar a los primeros okupas.
El alcalde ha confirmado que el piso es propiedad del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA), y que está comprobado en la Comunidad que las mafias de la okupación se enteran cuando el IVIMA compra un piso.
Pero ¿Cómo trata la Ley este tipo de casos?
Ante la denuncia, la información que recibieron los vecinos de las autoridades fue que el caso estaba en el juzgado por lo que solo les quedaba intentar convivir con los invasores; claro, no había entrado en escena el segundo grupo de okupas.
Esto supone para los vecinos un coste adicional, porque además de los problemas habituales que traen los okupas꞉ enganches de agua y luz, daños en las áreas comunes, y amenazas; quedaron en medio de las peleas de los dos grupos que luchan por apropiarse de la vivienda.
El colmo de esta situación es que los agentes les aseguraron a los vecinos que no pueden hacer nada, deben esperar el juicio, que como es conocido por todos puede tardar años.
Ahora bien, la solución ofrecida a las dos bandas de okupas fue bastante ágil꞉ un juicio rápido, el juzgado va a celebrar este juicio a solicitud del primer grupo de okupas, porque el segundo los echó, los okuparon y cambiaron la cerradura.
Mientras tanto, en Tudela (Navarra) aumenta el descaro de los okupas
En Tudela, los agentes de la Policía local, atendieron una llamada de un ciudadano que denunciaba la presencia de varias personas en su casa sin su consentimiento.
Sin embargo, al llegar al lugar, los efectivos descubrieron que el denunciante había pasado la noche en la cárcel después de ser arrestado por la okupación de dicha vivienda, y que quienes estaban instalados en su lugar eran otros okupas.
Después de intentar mediar entre ellos, las autoridades no lograron desalojarlos a todos, sino que el okupa que denunció la okupación logró quedarse solo en la vivienda.
Nos gustaría decirles que las historias anteriores forman parte de una broma cruel pero las dos son muy reales, y suceden con mayor frecuencia no sólo en edificios abandonados y propiedades de banco.
Sino en cualquier vivienda que esté momentáneamente vacía, esta se convierte en un blanco para los okupas, incluso creando situaciones insólitas como los okupas okupados.
Ante estas circunstancias lo correcto es contactar con especialistas, sean abogados o empresas especializadas en desahucios como Desocupaciones Mallorca que sean capaces de solventar estos problemas de la manera más eficiente posible.