Desocupaciones Mallorca

garaje

En los últimos años, la okupación ilegal en España pasó de ser un tema recurrente a una preocupación permanente, pues los propietarios de viviendas han visto como muchos de ellos han perdido el control de sus inmuebles a manos de los okupas, y todo de la noche a la mañana.

Los okupas empezaron tumbando puertas e invadiendo pisos y casas deshabitadas, propiedades que, muchas veces, eran de los bancos (como la sareb) u otras empresas, pero con el paso del tiempo idearon otras maneras de allanar todo tipo de inmuebles. 

La okupación es una problemática real que padecen muchos ciudadanos, pero que desde el Gobierno se ha querido negar.    

Ahora bien, en los últimos meses, una nueva modalidad de okupación se ha puesto de moda, los okupas ya no se enfocan solo en pisos vacíos ni en chalets en zonas residenciales, ahora tienen un nuevo objetivo: las plazas de garaje. 

Cada vez es más común que, si te ausentas varios días, al volver quizá no encuentres libre el lugar que te pertenece.

Quizá para muchos, al menos al principio, esta situación podría verse como solo un acto de incivilidad más, pero cuando alguien deja un coche aparcado por días o hasta semanas en un aparcamiento que no le pertenece y se niega a retirarlo, esto se convierte en un verdadero problema. 

Una grave situación que ya está afectando a miles de personas en todo el país, especialmente en las grandes ciudades donde todos sabemos que un lugar para aparcar es un bien escaso y, por lo general, bastante caro; por eso para las personas que viven en las grandes urbes, tener plazas de garaje puede considerarse como un lujo. 

Pero ¿Cómo lo hacen?

En principio, los okupas se aprovechan de las plazas vacías o las que son usadas de forma ocasional por sus propietarios, usurpando estos espacios como lo hacen con los inmuebles. 

La rapidez con la que estas áreas pueden ser tomadas y la demora del sistema judicial para solucionar estos problemas han hecho de las plazas de garaje un objetivo ideal. 

Lo que en el pasado parecía ser solo un inconveniente menor relacionado con el estacionamiento indebido, ahora se ha convertido en una okupación completa que pone a los propietarios en una posición de notable vulnerabilidad.

Es impresionante la facilidad con la que pueden apropiarse de estos espacios, pero es así porque no existe una legislación efectiva y rápida para resolver un problema que seguirá creciendo y, seguramente, tomando otras formas.     

Si no hay una solución eficaz para esta nueva modalidad de delito, la impunidad terminará por convertir la okupación de las plazas de garaje en el botín perfecto para los okupas.