Desocupaciones Mallorca

allanamiento

Actualmente los okupas han adoptado todo tipo de artimañas al momento de okupar, a su vez ideando formas para evitar su desalojo, de los cuales destacamos dos casos recientes de doble okupación.

Una nueva okupacion impidió un desalojo

El hecho ocurrió el 22 de enero en la calle Pardavila, cuando efectivos de la Policía Nacional se apersonaron en el sitio para ejecutar una orden de desalojo de una vivienda okupada.

Todo comenzó el 3 de septiembre de 2022 cuando dos mujeres, aprovechando que la dueña (heredera del inmueble) vivía en el extranjero okuparon la vivienda, residiendo en ella hasta la actualidad.   

El Juzgado de Instrucción 7 de Vigo primero, y después la Audiencia de Vigo, ratificaron la condena de ambas okupas por un delito leve de usurpación. 

Sin embargo, cuando los agentes llegaron al domicilio, una familiar –negó conocer a las primeras okupas aunque coincidían los apellidos –afirmó que tenía permiso para quedarse en la vivienda y se negó a irse, alegando para ello, que vive con cuatro menores.

La abogada de la dueña del inmueble acudió al juzgado instructor del caso, allí le explicaron, según informa, que como se trata de una nueva okupación, debe iniciar un nuevo procedimiento de ejecución.

Lo que puede implicar una espera de casi dos años, ese es el tiempo estimado para que su representada pueda hacer uso de la vivienda okupada.   

Mientras tanto, al estar la vivienda okupada, a la propietaria le siguen llegando todos los meses, y muy puntualmente, facturas por consumo de agua y luz; el gasto ha llegado casi a 800 euros. 

En Mallorca, Inquilinos okupan de nuevo el piso del que fueron desahuciados

En el 2022 la pareja a la que los propietarios le alquilaban un piso, dejó de pagarles durante más de un año. Ellos interpusieron una demanda y en junio del 2023 se procedió al desahucio. 

Parecía que todo había terminado pero, al día siguiente, estos inquilinos volvieron a okupar la vivienda

Los dueños también son poseedores de dos pisos en un mismo edificio, compraron estas propiedades pensando en su jubilación, pero hasta ahora no les ha ido muy bien: los inquilinos que han vivido en sus inmuebles han dejado de pagar el alquiler en algún momento del contrato.

Este matrimonio asegura que siempre han sido comprensivos con sus inquilinos, alegan que nunca se aprovecharon de ningún vecino ni abusaron con el precio, y aseguran que hasta ahora no habían tenido problemas de okupación; al final, los que no pagaban terminaban por irse.

Esta última pareja okupa ya había vivido en uno de sus inmuebles en el 2017, vivieron dos años y pagaban puntualmente, no tuvieron problemas con ellos, después se fueron a Alemania. A finales del 2020 les volvieron a alquilar la vivienda.  

Cuando dejaron de pagar dieron distintas excusas, sin embargo, llegaron a firmar un reconocimiento de deuda comprometiéndose a pagar los más de 7.000 euros que debían, pero como no cumplieron el matrimonio recuperó su vivienda. Ese día cambiaron la cerradura y durmieron allí.

Al día siguiente, la pareja recién desahuciada rompió la cerradura y volvió a okupar la vivienda ubicada en el Barrio de Pere Garau, como no habían pasado ni 48 horas el matrimonio se acogió al proceso judicial del desahucio express, pero no sirvió de nada.   

Se lamentan por toda esta situación, se encuentran desesperados porque aseguran que a pesar de que volvieron a denunciar no han tenido respuesta. 

“Hemos pensando en buscar otras alternativas, como llamar a una empresa de desocupaciones, porque esto nos ha quitado calidad de vida”, y yo ya tengo 70 años y mi marido 74, dice la esposa.       

Ya sea una doble okupación por la misma persona o por otros okupantes el resultado es el mismo, es volver a empezar un trámite que podría tardar años, además de todos los gastos que implica mantener a unos okupas todo ese tiempo.

En Desocupaciones Mallorca nos encargamos de este tipo de situaciones, con profesionales especializados en casos de okupas e inquiokupas para tratar un desalojo de la manera más segura y eficaz posible.