Desocupaciones Mallorca

La dura realidad de la okupación se ha impuesto en la vida de muchos propietarios y en este caso se refleja en una modalidad delictiva que ha tomado fuerza últimamente, el reokupar viviendas.

Es el caso de Idelfonso un vecino de Cobisa, Toledo, que un día como cualquier otro salió de su casa temprano para ir a trabajar, pero horas más tarde su rutina se alteró por una llamada urgente que le alertaba sobre un incidente en su vivienda, esta vez le había tocado a él꞉ unos okupas aprovecharon su ausencia para entrar en su casa. 

Mientras Idelfonso estaba denunciando la okupación ilegal en la Guardia Civil,  su hermana se trasladó a la vivienda y se topó con el desastre꞉ muebles destrozados y libros tirados; los okupas se había instalado en el porche con sombrillas, sillas y piscina inflable, todo propiedad de su hermano.

Ahora bien, aunque la Guardia Civil fue alertada de inmediato, la okupación no había superado las 24 horas para ser considerada “ilegal”, así que las leyes vigentes no permitieron un desalojo rápido; aunque el Alcalde estaba apoyando al propietario no se podía hacer nada.

Finalmente, después de horas de tensión, los okupas desalojaron la vivienda llevándose objetos de valor del propietario: ropa, una television, bolsas con ventiladores, bicicletas… todo en frente del dueño y, aunque usted no lo crea, con la Guardia Civil en la puerta, quienes alegaron que ellos no podían determinar si era de los okupas o no.

Los okupas volvieron a reokupar la vivienda

Pero la historia no terminó aquí, porque a la mañana siguiente, mientras hacían limpieza y trataban de reparar los daños, Idelfonso salió por unos minutos,  tiempo suficiente para que los okupas se volvieran a adueñar de  su casa, cuando regresó los encontró otra vez en su porche, sentados en las mismas sillas y burlándose de todos.

La situación se agravó cuando una de las okupas se auto agredió con un cuchillo, mientras volvía a intervenir la Guardia Civil, a pesar de las circunstancias las autoridades lograron desalojar a los okupas, quienes antes de irse amenazaron a todos con volver. 

Indefensa se siente esta familia y todas las del pueblo de Cobisa, sabiendo que la Guardia Civil interviene pero la ley les ata las manos y no pueden hacer mucho. Lo que queda en la población es incertidumbre y, sobre todo, miedo. 

Pero, reokupar casas no es una artimaña novedosa de los okupas, lo han hecho antes

Hace poco en Valdemoro, un hombre fue detenido por allanamiento de morada, el hombre entró por la terraza de una casa a un primer piso, ubicado en la calle Federico Marín, 3. 

Lo particular de esta situación es que el detenido había estado viviendo como okupa en esa vivienda, ahora okupada de nuevo por otras personas. 

Mientras el hombre vivía en ese domicilio tenía habitaciones alquiladas, pero al volver de un viaje de cinco días descubrió que sus inquilinos le habían cambiado la cerradura, alegando que la vivienda no era de su propiedad sino que estaba a nombre de una empresa de inversiones, por tanto, no lo dejaron entrar.  

Ante esta situación el primer okupa trepó por la fachada y entró a la terraza de la casa, intentando reokupar la vivienda, allí tuvo una fuerte discusión con los actuales residentes y les manifestó que se quedaría en la vivienda, sin embargo, a la Policía Local les dijo que solo había entrado por sus pertenencias.

Finalmente el hombre fue trasladado a la dependencia de la Guardia Civil acusado de un delito de allanamiento de morada al ser encontrado entrando de forma ilegal en una vivienda.