Desocupaciones Mallorca

casa en miniatura

Las distintas formas de okupación ilegal de viviendas en España sigue afectando a propietarios porque los perjuicios económicos causados son realmente graves; al final toda esta situación termina por generar alarma entre la sociedad. 

En este sentido, la Plataforma de Afectados por la Ocupación afirma que existen aproximadamente 100.000 inmuebles ocupados en el país, una de las modalidades de okupación que ha ido tomando mayor auge es la okupación de viviendas de alquiler y de lujo.

Uno de los últimos casos ocurrió hace no mucho en La Coruña: una mujer alquiló un piso para turistas, y para ello realizó todas las gestiones pertinentes incluyendo el abono de la fianza, solo lo usaría por un fin de semana, pero después de mes y medio la empresa de pisos turísticos no había logrado que abandonara el inmueble.

Pidió una compensación

La mujer tenía toda la intención de quedarse desde el principio, la evidencia es que lo primero que hizo fue cambiar las cerraduras y desconectar el telefonillo: además, se instaló con todo y mascotas.

La mujer pasó toda la semana santa en el piso, y dejó claro que conoce el proceso judicial de desahucio cuando se trata de un piso turístico, es decir, sabe que es mucho más largo porque no se considera como segunda vivienda, por tanto, dejó de atender las llamadas del propietario y de la gestora responsable del inmueble. 

Como se negaba a irse, el propietario se vio en la necesidad de contratar una empresa experta en desocupaciones, quienes solo necesitaron dos días para que la mujer se fuera del piso, eso sí, con 5.000 euros de ganancia y dejando a su paso muebles rotos y basura. 

Todo esto demuestra como en la modalidad del okupa de lujo hay toda una organización que actúa con el conocimiento de las leyes y se aprovecha de ellas.      

¿Cómo detuvieron las inquiokupaciones de lujo en Sotogrande, Andalucía?

hombre con candado en las manos

Según datos del Ministerio del Interior, la okupación ilegal (sin diferenciar entre usurpación y allanamiento) ha disminuido en Andalucía, esto ocurre específicamente en una zona donde varias inmobiliarias idearon una solución ante las llamadas “inquiokupaciones”.

En la urbanización de lujo Sotogrande las inmobiliarias tomaron una medida que ha demostrado ser bastante eficaz: elaboraron una lista negra de okupas y la pusieron en común. 

Para elaborar esta lista, lo primero que hicieron fue establecer el perfil de los tramposos. Sotogrande está en La Costa del Sol, un lugar frecuentado por muchos europeos con gran poder adquisitivo que lo tienen como destino ideal para disfrutar de largas vacaciones.

Todo es lujo en Sotogrande: viviendas en alquiler y de lujo exclusivas, hoteles y restaurantes costosos y, por supuesto, campos de golf; allí se mudan por temporadas holandeses, suizos, alemanes e ingleses. 

En medio de esta riqueza ha tomado auge el okupa de lujo, se trata de individuos que llegan a Marbella a pasar vacaciones, y terminan viviendo en grandes y ostentosas viviendas. 

El asunto es que estos inquilinos no tienen cuentas ni propiedades en España, así que las autoridades no tienen como exigirles que cumplan con las obligaciones adquiridas.         

Estas personas ocupan la vivienda de manera legal pero después dejan de pagar el alquiler, hasta el punto de que los propietarios se ven obligados a cancelar el agua y la luz mientras el inmueble esté okupado. 

Supuesta solvencia económica

Inicialmente estos okupas se presentan como ciudadanos solventes, convencen con su imagen y su presencia. De acuerdo a lo que dicen los afectados, por lo general, se trata de ciudadanos no españoles, muchos de origen británico que llegan a Sotogrande, aparentando ser empresarios.

Estos ciudadanos visten ropas costosas y usan coches de alta gama, convencen a los propietarios pagando por adelantado y en efectivo, las primeras seis mensualidades, pero cuando se cumple el plazo de renovación se muestran realmente como son; en muchos casos, las casas prácticamente terminan destrozadas.      

Ante esta situación unas cuantas empresas inmobiliarias de la zona hicieron un frente común para minimizar el flagelo de la inquiokupación, pues al tener elaborado el perfil del delincuente, comparten la información con los propietarios de los inmuebles; de esta manera han logrado reconocer a estos falsos ricos antes de que comentan el fraude, el resultado positivo se evidencia en que ahora apenas se ven casos de impagos en Sotogrande.