Uno de los riesgos que se presenta al alquilar una vivienda es que el arrendado se vuelva un inquilino moroso.
Es un riesgo que se puede minimizar con ciertas acciones del arrendatario pero riesgo al fin.
El impago de rentas se ha convertido en una problemática creciente en los últimos años, al punto de existir situaciones donde los inquilinos se rehúsan a pagar el importe del inmueble además de negarse a abandonar la propiedad.
Son situaciones que suelen llegar a los juzgados o son resueltas extrajudicialmente por otros medios previo acuerdo con el deudor.
Como arrendador se debe tener precaución al momento de alquilar una propiedad, ya que las consecuencias de tener un inquilino moroso pueden ser fatales no solo por la deuda acarreada a largo plazo sino por todo el tiempo que se tomaría en los juzgados intentar recuperar la propiedad.
Es por eso que existen una serie de procedimientos que se pueden seguir para minimizar el riesgo de que un posible inquilino cometa impagos.
Opciones para detectar un inquilino moroso
Al recibir propuestas de inquilinos se debe tener la seguridad de que este puede asumir el monto por residir en la vivienda, así como se debe constatar su responsabilidad con otros arrendadores.
- Referencias y antecedentes: Se puede pedir al inquilino potencial referencias de arriendos anteriores y así verificar su historial de alquiler. Si han tenido problemas de pago en el pasado, es probable que se refleje en estas referencias.
- Fichero de inquilinos morosos: Otra forma de saber si el inquilino ha tenido problemas de impagos es mediante un fichero de morosos, tanto inmobiliarias como propietarios particulares son los encargados de inscribir a los inquilinos morosos en este fichero.
Este es un método de prevención con una extensa base de datos que puede ser de ayuda para comprobar la fiabilidad de un inquilino.
- Informe de solvencia: Al solicitar al inquilino que proporcione un informe de solvencia crediticia se busca confirmar que el inquilino puede asumir el importe de la vivienda así como el hecho de que el pago de la renta no suponga más del 45% de sus ingresos.
Se espera que este informe despeje las probabilidades de que pueda suceder un inconveniente de impagos para ambas partes.
Hay agencias especializadas que pueden proporcionar informes de solvencia que muestran el historial de pagos y deudas del inquilino, por lo tanto un informe negativo puede ser una señal de advertencia.
Al tener un inquilino potencial asegúrate de seguir los siguientes puntos:
- Contrato de alquiler: Asegúrate de que el contrato de alquiler sea claro en cuanto a los términos de pago y las consecuencias por impago. Esto puede ayudar a prevenir problemas en el futuro.
- Fianza y depósito: En España, es común requerir un depósito o fianza al inicio del contrato de alquiler. Esta cantidad puede usarse para cubrir impagos o daños en la propiedad. Asegúrate de establecer claramente en el contrato cómo se maneja esta fianza en caso de impago.
- Seguimiento de pagos: Mantén un registro cuidadoso de los pagos de alquiler. Si un inquilino comienza a retrasarse en los pagos, comunica con ellos de inmediato para entender la situación y tomar medidas según corresponda.
¿Qué sucede cuando el inquilino deja de pagar el alquiler y se convierte en moroso?
Cuando un inquilino deja de pagar el alquiler, y lleva dos o tres meses dando largas acerca de su imposibilidad de pagar es momento de tomar medidas para recuperar la deuda o el inmueble.
En España, el proceso de desalojo de un inquilino moroso debe llevarse a cabo siguiendo los procedimientos legales establecidos para proteger los derechos tanto del propietario como del inquilino.
Existen muchos casos donde es difícil recuperar el monto adeudado, hay casos donde el inquilino moroso se declara insolvente en un proceso judicial lo que da paso a otras medidas judiciales para recuperar la deuda si el adeudado lo requiere.
Sin embargo, hay algunas acciones que se pueden tomar para abordar la situación de la mejor manera.
Pasos a dar
Primeramente se recomienda comunicarse con el inquilino moroso, averiguar cuál es el motivo del impago y si es posible dar una serie de plazos para recuperar la deuda y regular la situación del inquilino.
En última instancia, si el inquilino sigue siendo moroso y no responde a los intentos de resolución, se puede decidir llevar a cabo una demanda por impagos de rentas, así como consultar con un abogado o profesional legal especializado en arrendamientos.
Un especialista puede ayudarte a comprender los pasos legales que se pueden tomar para recuperar el alquiler adeudado y/o rescindir el contrato de manera legal, así como guiarte en los procedimientos que se decidan tomar.
También se puede considerar trabajar con una empresa especializada en desalojos de inquilinos morosos o una agencia de recopilación de deudas para recuperar el dinero adeudado, todo dependerá del caso y de la vía que quiera tomar el propietario.
Ambas son vías extrajudiciales que pueden ayudar a resolver estos problemas de una manera más diligente y concisa.
Siempre es aconsejable buscar asesoramiento legal para asegurarte de que estás tomando las medidas correctas y siguiendo los procedimientos adecuados ya que son muchos los factores que incidirán en un proceso de desalojo o de cobros.
Se debe tener en claro que el proceso legal de desahucio o cobros implica tiempo y costos.
Y sobre todo que este puede variar dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre la propiedad, no será lo mismo realizar un proceso de desalojo en las Islas Baleares que en otra comunidad autónoma.
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