Desocupaciones Mallorca

mujer siendo consolada por más personas

En Alcorcón, Madrid, la propietaria de una vivienda es obligada a convivir con su inquiokupa. La mayoría de los casos de inquiokupación que se conocen son protagonizados por personas que alquilan una vivienda, dejan de pagar y se niegan a irse.

Pero este fenómeno se ha extendido al alquiler de habitaciones, lo que genera una situación más complicada y de mayor tensión debido a que, además del perjuicio económico, el propietario se ve obligado a convivir con sus okupas.

En el 2022 vemos el caso de Jesica, compró una vivienda en Alcorcón, después de reformarla decidió alquilar una de las habitaciones para obtener algunos ingresos extra, pero su pesadilla comenzó cuando la inquilina dejó de pagar. Su inquiokupa dejó de pagarle el alquiler cuando ella le informó que no podía renovarle el contrato.

Pero, los impagos vinieron acompañados de amenazas y maltratos, aunque ella le ofreció que se quedara hasta que consiguiera otro lugar; año y medio después la mujer no ha buscado ninguna solución y Jesica no ha podido echarla ni siquiera por la vía judicial.

Ella le alquiló porque se trataba de una mujer sin trabajo y con un hijo menor de edad a quien Servicios Sociales le iba a pagar el alquiler, se confió en los documentos que la mujer le mostró; Jesica quiso hacer una buena obra porque también sabe lo que se siente al estar sola con los hijos.

Por desgracia, se enteró de los antecedentes de la mujer muy tarde, cuando localizó a su antiguo casero supo que en todos los sitios donde su inquiokupa ha vivido siempre ha hecho lo mismo.

Nadie hace nada

Ahora, aunque su inquiokupa la insulta y la agrede, no la pueden echar porque como tiene un hijo menor de edad se le considera una persona vulnerable, sin embargo, podría trabajar porque es una mujer joven y sana.

Primero, fueron las amenazas, la mujer le decía que iban a venir sus paisanos, (es de Albania) que le ocuparían la casa, una situación atemorizante para Jesica que vive con su madre de 90 años y un hijo con discapacidad.

Después, llegaron los insultos, las vejaciones, las agresiones físicas y hasta los robos, la mujer se robó el colchón de la cama de la anciana. La propietaria del inmueble afirma haber interpuesto más de 30 denuncias, unas se las han archivado, pero otras las han ganado.

La propietaria de la vivienda también presentó una orden de desahucio porque el contrato venció en mayo del año pasado, pero tampoco sirvió, fue desestimada en junio porque tiene un hijo menor a su cargo y es considerada vulnerable.

Jesica dice que ha hablado con Servicios Sociales, con la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento, con el Defensor del Pueblo, y hasta le escribió a Pedro Sánchez, supuestamente nadie puede hacer nada, pero ella ya no puede soportar más la situación porque su inquiokupa no sólo la maltrata a ella también agrede a su anciana madre.

La vida actual de esta propietaria es un infierno, tiene miedo de lo que le pueda pasar dentro de su casa, pero también fuera de ella.

Además, no tiene otro lugar a donde ir y tampoco quiere renunciar a la casa que con tanto esfuerzo sigue pagando. “No hay derecho a que, con la excusa de la vulnerabilidad, se consienta esto. Yo no tengo porque ser el escudo social de nadie, y menos en estas condiciones”, afirma Jesica. 

Mientras tanto, en Jerez de la frontera (Cádiz): Okupan una vivienda con su anciana propietaria dentro

Anciana en su casa

Una anciana ha sido obligada a convivir durante varios días con un grupo de okupas que se metieron a su casa con ella dentro. 

Ocurrió en Jerez, en pleno centro de la ciudad, en la calle Rosario. Los okupas se aprovecharon de la situación mental de la anciana para arrinconar a la mujer en una habitación y adueñarse de su finca. La propietaria comentó varias mañanas que no entraba a su casa porque tenía miedo.

Después de unos días, la Policía logró convencer a los okupas para que abandonaran la casa voluntariamente. 

La propietaria fue ingresada a una residencia de ancianos y los operarios municipales procedieron a tapiar las puertas y las ventanas de la vivienda. Esta es la tercera finca que el Ayuntamiento de Jerez tapia en apenas 15 días.

Los okupas se han mantenido activos en esta zona, hace unas semanas intentaron okupar otra casa en el centro, pero escaparon al darse cuenta de que estaba habitada.