De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística, la población extranjera residente en Baleares ya pasa de los 247.000 habitantes, una cifra que sigue creciendo desde el 2022, y que equivale al 20% del total de los ciudadanos de las Islas.
Dentro de este porcentaje los alemanes ocupan el cuarto puesto de la lista con 21.342 personas, siendo la principal nacionalidad de los ciudadanos extranjeros que deciden quedarse a vivir en el archipiélago, pero esta tendencia está próxima a cambiar.
Por un lado, la crisis de la vivienda y la inflación alejan a una buena parte de los germanos que decidieron instalarse en la Isla atraídos por el clima y las playas; y por el otro, el miedo a los okupas en Mallorca se ha adueñado de las familias alemanas que adquirieron un inmueble como segunda residencia, esto para poder disfrutar sus vacaciones.
El auge de las desocupaciones
Ante esto el gerente de Desocupaciones Mallorca, Sergio Cacho explica: «Me han llamado una televisión y dos periódicos alemanes por el problema (de okupación), lo que puede ayudar a hacerse una idea de que esta cuestión preocupa mucho en su país».
Por las razones mencionadas anteriormente y por el proceso de desahucio que en España puede durar hasta meses, algunos germanos han optado por contratar los servicios de empresas dedicadas a la desokupación para tratar de recuperar sus viviendas, otros han optado por vender sus propiedades.
Afirma: «Nos contratan propietarios desde Alemania, están muy preocupados, quieren recuperar su residencia y al final los procedimientos de desalojo en España no son tan rápidos. Tenemos clientes que tienen la vivienda a la venta y se la okupan y otros que se la encuentran okupada cuando vienen de vacaciones y acaban poniéndola a la venta», relata.
Según Cacho: «Hay okupas en Mallorca que abandonan directamente si ven que pueden tener una multa y antecedentes, pero cuanto mejor es la casa más se agarran a ella. No es lo mismo vivir de okupa en una casa sin luz o sin agua y arriesgarte a acabar con antecedentes, que vivir en un chalet de lujo», relata.
Aunado a esto, los residentes alemanes de la Platja de Palma denunciaron el pasado viernes vía el Mallorca Magazin su temor ante la presencia de personas “sin techo” y “drogadictos” en el Balneario 6, en la zona conocida como Ballermann, ubicada en la primera línea de mar sobre la reconocida discoteca Oberbayern.
“La situación es desagradable y peligrosa”, declaró uno de los alemanes, mostrando fotografías del pasillo del edificio lleno de ropa, cajas y mantas.
Precisamente es Alemania quien ha encontrado la clave para acabar con los okupas
Mientras en España las leyes son laxas con respecto a la okupación y, por lo general protege más a los okupas que a los propietarios; en Alemania, la okupación ilegal de inmuebles se castiga con pena privativa de libertad de hasta un año o multa, y si se utiliza la violencia para okupar la vivienda, la pena de prisión puede aumentar hasta los dos años.
En cuanto al procedimiento de desalojo, cuando ocurre una okupación, los dueños del inmueble pueden recuperarlo en un solo día porque el desalojo es inmediato si se presenta la denuncia de una vez.
Pero ¿Ocurre lo mismo en el resto de Europa?
En Italia, el gobierno encabezado por Giorgia Meloni, sustentado en su lema de “ley y orden”, castiga hasta con 7 años de cárcel a los okupas; además, ha introducido un nuevo delito específico relacionado con “la ocupación ilegal de inmuebles” para restituir de inmediato las viviendas a sus verdaderos dueños.
Mientras que, en Francia, en caso de okupación ilegal, los okupas se exponen a una sanción de hasta tres años de prisión y multa de 45.000 euros.